La tapa del diario Olé de hoy quedará en la historia: el matutino deportivo tomó como real una bandera con críticas a la dirigencia de River que nunca existió en el Monumental, en el partido que el domingo pasado el equipo de Núñez jugó contra Lanús, donde sí hubo varios banderas con otras inscripciones contra los jugadores del equipo.
En el programa de TyC Sports “Estudio Fútbol” uno de los capos de Olé, Leo Farinella, fue el primero en comenzar a aceptar la verdad, que por la tarde en la Web el diario reconoció: que la bandera no existió.
En el video de arriba, Farinella cita “el poder inescrupuloso de Internet”, lo cual puede considerarse como un intento por acusar a alguien de errores que acepta. Internet no tiene más poder que el que los editores le otorgan. Debe ser tomada como un medio más para los periodistas, que deben cheequear lo que encuentran por esa vía. Y aunque Farinella diga que lo chequearon, evidentemente no lo hicieron bien.
Pero más allá de la secuencia, el tema plantea un debate en el que hace unos días me metí un poco apresuradamente y sin contextualizar, lo cual generó algunos pedidos de aclaración que espero haber contestado una y otra vez: de fondo hay un debate pendiente para los medios periodísticos tradicionales sobre el chequeo de la información vs. la rapidez en proporcionarla.
Por un lado a veces los medios reciben críticas por no llegar a tiempo con la información, pero por otro el cuestionamiento es a la veracidad de los datos que publican. La realidad, es que no se puede tirar de una sin perder la otra, es la misma soga que permitirá ganar de un lado en detrimentro del otro. El equilibrio de ser rápido para confirmar una información y sacarla antes que los demás es sumamente complicado, mucho más en las redacciones con mano de obra barata -mal paga- a costa del nivel de sus recursos
En el caso puntual de los errores señalados a un medio, el blogger Elías Notario dice que “los periodistas usan en muchas ocasiones la red como única fuente de información”. ¿Acaso se puede usar otra fuente para chequear una frase atrbuida al protagonista de una nota, que ha fallecido? No me digan que la opción es ir a la hemeroteca a leer toneladas de biografías hasta confirmarlo, porque es disparatado. Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Queremos a los medios más ágiles o más precisos?
Con la exigencia de mayor celeridad, con la presión de los nuevos medios y formas de comunicación (blogs, Twitter), con los medios desesperados por no perder protagonismo, con una generación de periodistas que no entienden de qué va Internet y la tecnología en general -y la sub utilizan-, en los próximos años veremos multiplicarse errores como el citado, antes que reducirse. Todo indica que la larga transición hasta nadie sabe donde tendrá en el camion errores memorables de los medios tradicionales.