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Que el periodismo no pierda los modales

Leí una entrevista a Candido Cannavò, editor de La Gazzetta dello Sport, que me deja con sensaciones cruzadas: por un lado, qué lejos me siento de frases como “mi mujer me recuerda cada día, cada día, que mi familia es La Gazzetta y que después, muy después, vienen ella y los míos”. Pero por otro, el diálogo con el enviado de Berlusconi es genial:

–Siendo director de La Gazzetta, ¿le llamó alguna vez Silvio Berlusconi, entre otras cosas, dueño del Milan?
–Una vez, solo una vez. Y no fue Silvio Berlusconi: fue Adriano Galliani, administrador delegado del AC Milan. “Señor Cannavò –me dijo–, le llamo en nombre del presidente para pedirle un favor: debe usted relevar al periodista que cubre la información diaria del Milan”.

–¿Y usted qué le contestó?
–Simplemente, le dije: “Por supuesto que le voy a hacer un favor, un gran favor: me voy a olvidar de esta llamada”. Nunca más volvió a llamarme.

La entrevista completa, aquí.

Via: Centro de Estudios de Medios

Ketchum, FedEx: aprender modales y tecnología

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El ejecutivo de Ketchum James Andrews también debe pensar que con 140 caracteres (o menos) se puede cambiar el mundo. O -al menos- su vida inmediata. James tuvo la idea de compartir a través de su Twitter su sensación de la ciudad en que se encontraba, vistando a FedEx, cliente de la agencia de PR, que no era muy benévola (twitt no borrado al momento de escribir este post) para Memphis:

Estoy en uno de esos lugares donde uno se rasca la cabeza y piensa: ‘Si tuviese que vivir aquí me moriría!

A James lo siguen empleados a FedEx, y el comentario no tardó en llegar a los diferentes VPs directores y todo el Management del departamento de Comunicaciones de FedEx, que reaccionaron molestos con el comentario del empleado de Ketchum, tal como relata en detalle Pablo en Unblogged.

Me parece que estamos en presencia de dos errores, no uno. Hay un mal uso de la tecnología, eso es indudable. Pero para poder entenderlo, antes es necesario reflexionar sobre lo que para mi es el primer error, anterior a la tecnología: se trata, si se quiere, de una cuestión de modales. Cuando hay que decir algo no positivo de alguien, lugar o persona, algunos mortales lo pensamos dos veces. Y mucho más debería hacerlo un relacionista público. Es, entonces, algo que con o sin tecnología se cuida: hacer una crítica que pueda herir a algún conocido.

La tecnología entra a jugar tanto por la facilidad para hacer público ese comentario como para potenciar su llegada. ¿Cuántas veces pensamos algo que no compartimos de inmediato, y luego, con el tiempo, confirmamos que ese pensamiento no saldrá al mundo exterior?  Tener un celular a mano hace que de la cabeza -plano íntimo- a la publicación -espacio público- haya segundos, y muchas veces ni barreras. No pensar qué información hay detrás de lo que compartimos, es un grave error que con la tecnología actual se potencia.

Adicionalmente, hay que considerar que la palabra escrita no es lo mismo que la oral: el mensaje es el mismo pero las implicancias cambian. La palabra escrita está fija, muerta, no permite ampliar ni aclarar. En persona, además de la oportunidad de entrar en detalles, la presencia de la persona hace que el comentario no se tan frío como leer una expresión escrita.

Con el ejercicio que hago el estar con mi Twitter cada día, llegué a la conclusión que hay cosas que puedo decir oralmente a un grupo de gente sin problemas, pero que no necesariamente esa misma frase es tuiteable. No se trata de pruritos ni puritanismos: es simplemente una cuestión de contexto, que mis acompañantes tendrán al escucharme, pero no necesariamente al leerme. Creo que esta situación bien puede aplicar a lo que le pasó a James.

Público, privado, íntimo: tres planos de privacidad para usar bien Internet

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Fuente: Galería de J.F. Marrero en Flickr
Este planteo lo escuché hace muchos años, y no viene del mundo de Internet ni de la tecnología, sino de la psicología. La idea radica en que existen tres planos de sucesos: el público, el privado y el íntimo. El primero, lógicamente atañe a todo lo que ocurre y se desarrolla en ambientes a los que todo el mundo tiene acceso. El privado, en cambio, ya corresponde a aquellas cosas que quedan para un grupo de elegidos. El íntimo es sin dudas tan claro como el primero: sólo es propiedad de quienes producen un acto o quienes son compartidos del mismo.
¿A qué viene todo esto? Los sucesos son información. Periodísticos o no, son acontecimientos que ocurren y que pueden ver la luz pública, incluidos los actos íntimos, según quien sea su protagonista. Hay varias tesis al respecto, donde de las que pude leer sobresale la de Carlos Soria, el español gran experto en medios de comunicación.

Más allá de ese debate, tener presente siempre las líneas que dividen imaginariamente a esos tres ámbitos puede ser fundamental para comunicar de manera adecuada. Cada vez que esos tres planos se cruzan, se mezclan, se enredan, los límites de la privacidad comienzan a desdibujarse. En las redes sociales eso se potencia, porque cada error público está expuesto a mucha más gente que la que participa de una reunión pública, por caso. Aún quienes no pudieron asistir a esa reunión pueden tener acceso a datos íntimos o privados, erróneamente volcados allí.

Y la culpa no es de Internet ni de la tecnología, sino de quienes comparten allí esa información. Culpar a la gran cantidad de herramientas que hay disponibles es pretender eximirse de la responsabilidad innata de preservar los datos propios que deben quedar bajo resguardo.

Si cuento por teléfono que cometí un delito, no voy a culpar a la telefónica por descubrirme. Sin embargo, la gran cantidad de herramientas tecnológicas disponibles hace que muchas características sean ajenas a los usuarios avanzados. Una noche, avanzada, descubrí a una amiga escuchando cadena de temas musicales del mismo artista.  Le mandé un mail y se sintió invadida. Sin embargo, yo no había cometido ninguna transgresión: sólo había mirado su perfil de Last Fm.

Si todos tuviéramos en cuenta los tres planos de la privacidad al momento de usar la tecnología, tendríamos menos confusiones. Si tengo un diálogo privado o íntimo con mi pareja a través de medios públicos -Twitter abierto, Facebook, blogs-, estoy ofreciendo a todos la posibilidad a que opinen sobre el tema. Alpiste.

Si los comentarios no eran para que terceros se enteren u opinen, ese diálogo debe cursarse por mail o msn. No por Twitter ni por el muro de Facebook. Si, en cambio, comentamos una noticia, algo que pensamos, que sí queremos compartir, esas tecnologías son ideales.

Por momentos me sentí escribiendo obviedades en este post, sí. Pero me remito a la pregunta de una amiga que quiso saber cuántas veces había visto en Internet enredos de este tipo. Y la verdad, es que muchas veces en los últimos tiempos.

El pecho a la publicidad

Hay que animarse a hacer publicidades así. Tal vez, la liberal Europa lo viva con menos sorpresa que nosotros, pero igualmente no es común ver comerciales de este estilo. En la Web hay varios ecos sobre el tema. Desconozco si salió en televisión o sólo por Internet.

Ah, por si a alguien le interesa, Fleggaard es una cadena de electrodomésticos de Dinamarca. 😐

Link: Fleg Master Tlpizza

Tienen más videos acá.

Visto en: Rosca Izquierda y Pa’Lo Curioso

Deporte fácil: pegarle al psicoanálisis

Psicologo

Hasta las personas que tiene acceso a los mejores recursos, estudios y que se codean en los ambientes más exigentes suelen cometer actos torpes y desinformados. Hago esta introducción para referirme a un post de Martin Varsavsky, a quien tuve la oportunidad de entrevistar hace algunas semanas, y elogiar por algunas de sus virtudes, que justamente no son las que me llevan a escribir esto. El empresario argentino radicado en España arremete contra el psicoanálisis con un post que me resulta increíble que lo haya escrito alguien con su cultura y formación. Y me quedé con tantas cosas en la cabeza, que no quise dejarlas allí, aunque este post no pretende contestarle -poco puede importarle a Varsavsky lo que yo opine-, ni defender una profesión a la que no pertenezco ni tengo parientes cercanos ni lejanos. Fui paciente de cuatro psicólogos, de distintas filosofías, soy paciente nuevamente este año, y creo que mucha gente que denigra el psicoanálisis lo hace por ignoracia o por temor a abrir temas que pueden resultarle duros de vivir y revisar. Separo aquí a gente que tiene críticas, que son más que aceptables, hasta comparto algunas.

Vale la pena entonces despuntar el vicio de escribir este post para intercambiar ideas. Intentaré puntualizar algunas ideas que pensé cuando leía el artículo:

– Que el psicoanálisis tiene en la Argentina una fuerte expresión en comparación con otros países es una realidad innegable. Pero de ahí saltar rápidamente a dar por sentado que todo aquél que se psicoanaliza en la Argentina crea que es una ciencia, y que los psicólogos no le digan nada a sus pacientes hay un abismo. Los pacientes de un psicólogo ortodoxo escucharán tal vez menos cosas que aquéllos que siguen con un profesional con otra filosofía, pero cuando leí eso me vinieron a la mente innumerables situaciones donde mis psicólogos me dijeron cosas que me ayudaron mucho en mi vida.

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Para cuándo el Personal “Che Guevara”

Me llegó la Rolling Stone de diciembre, con tapa y faja que hacen una combinación increíble: la revista presenta en portada un Informe Especial sobre el Che Guevara, al mismo tiempo que la faja que envuelve la revista en azul promociona un grupo local de la mano de Personal y Sony Ericsson. La imagen del Che se diluyó con las remeras y el merchandising, pero sigue generando fuertes controversias, ya que para algunos es un símbolo de heroismo e ideales y para otros un asesino fracasado.

Pero la duda que me carcome, a la luz del éxito textil que presenta esa famosa foto del Che, es: ¿Para cuándo un celular con motivos del Che Guevara?

(Es ironía… por favor, cabezas del marketing, entiendan que es ironía….)

El 95 % de la publicidad online se concentra en tres empresas

Se viene hablando mucho en estos días sobre el crecimiento de la inversión online. Que 2008 supere los 700 millones de euros es una noticia positiva, porque señala que hay muchas empresas que comenzaron a confiar en el medio. Sin embargo, la elección de los medios que hacen quienes pautan online marca también una tendencia. Y los elegidos por la publicidad online son los grandes multimedios online: Google, Microsoft -a través de MSN-, y Yahoo! se quedan con algo así como el 95 % de la pauta online.

El dato surge de sumar las áreas en que se invierte la publicidad para Internet, según el estudio de PriceWaterHouseCoopers:

Mensajería instantánea: 36,5 %

Buscadores: 32,1 %

Correo electrónico: 26,5 %

Esos tres segmentos constituyen el 95,1 % del total invertido, y además de las tres empresas mencionadas pueden recibir publicidad AOL y alguna otra red menor. Pero entre esos tres segmentos, propiedad casi exclusiva de Google, MSN y Yahoo!, y la participación que tienen en las otras áreas, seguramente se quedan con más del 95 %.

Hasta aquí lo meramenta informativo. Ahora, ¿esto es bueno o es malo? Sin dudas es bueno que la publicidad online aumente, y también puede ser positivo para algunos pequeños blogs que no tienen ni tendrán nunca llegada comercial a los grandes anunciantes. Sin embargo, semejante concentración genera un poder desmedido de quienes catalizan esa publicidad a la hora de negociar con medios independientes.

También puede asegurarse que gran parte del tráfico de Internet pasa por esas tres empresas. Lógicamente, la publicidad va detrás de la audiencia, y Google, MSN y Yahoo! cuentan con ese crédito. Pero no hay relación entre el 95 % -o más- de la inversión contra el mismo porcentaje en tráfico de Internet.

Actualización: En el gráfico se completan los tres rubros qué más publicidad reciben, con Comunidades (3,2 %), Blogs (1,4 %), Chat (0,3 %).

Mirá el Personal Fest en vivo por Internet

El Personal Fest se emitirá hoy en vivo a través del sitio del festival. Ayer se transmitió parte de The Offsping,y los show completos del resto de las bandas de los escenarios Personal y Motorokr, lo mismo que para hoy. Si no estás con Internet delante para verlo en vivo, de madrugada podrás ver las repeticiones, ya que se repetirán constantemente, todo el domingo. Eso sí: el lunes desaparecen del éter.

Los links para entrar directamente al video streaming son:

Escenario Personal

Escenario Motorokr