Hace unos días discutí con Romina en su blog a propósito de los resultados que nos había dejado la primera conferencia de prensa de los Kirchner. En sus dos gobiernos, el matrimonio de Santa Cruz había realizado su primera apertura a los medios, en una medida que cuando se anunció causó tanta sorpresa, que algunos que no seguimos la temática política desde adentro pensamos que iban a hacer algún anuncio especial. No fue así, simplemente era una conferencia de prensa.
Ayer, además, hubo una segunda experiencia de conferencia con dos preguntas de periodistas. Y hoy se conoce la posición de la Fundación Konrad Adenauer, que fue consultada por el gobierno para fijar la metodología de trabajo. Nos venimos a enterar que las conferencias las piden los periodistas, no los gobiernos. Tanto tiempo sin ejercitar esa forma de apertura de información pública, que tienen que venir de afuera a recordarnos cómo eran…
Sin embargo, me parece que antes que recurrir a la crítica fácil, es importante destacar que los periodistas volvemos a tener a los gobiernantes a mano para hacerles preguntas. Si las preguntas se eligen a dedo, si se puede repreguntar y demás, serán cuestiones que el tiempo deberá perfeccionar. Apuesto a eso, veremos qué pasa con el tiempo.