El 5 de agosto se anunció que el fundador de Amazon, Jeff Bezos, había comprado el legendario The Washington Post, emblema de periodismo independiente -dos periodistas de su staff descubrieron el Watergate que terminó con la presidencia de Richard Nixon- pero en crisis de ingresos, como casi todos los medios tradicionales.
Leí una entrevista que le hicieron a Bezos, que casi no habla sobre sus planes para el diario, pero deja una idea dando vueltas con la que coincido plenamente: que el problema de los medios tiene solución si se intentan acciones que hasta ahora no se probaron.
Como todo intento emprendedor, la movida de Bezos puede salir bien, mal o más o menos. Pero tengo fe en su intento por buscar algo distinto. Mi estusiasmo se sustenta en la respuesta que le dio el dueño de Amazon a sus amigos que le dieron su mirada pesimista sobre el negocio de los medios.
“Yo no creo que sea así. Sólo se necesita mucho tiempo, paciencia y experimentación”, dijo Bezos.
Me parece que Bezos tiene al menos cinco condiciones a su favor para desenredar el problema de los medios.
- Su mente basada en la “nueva economía”. Si bien el término ya me parece retrógrado, es cierto que ante los intentos de replantear los medios de sus dueños centenarios, la manera de pensar los productos de Bezos es una renovación ante quienes desde la industria del entretenimiento solo piensan en obligar a los consumidores a pagar por el producto (como la industria discográfica), o los que esperan que los banners salven al periodismo, o que los lectores paguen por algo que ya brindaron gratuitamente.
- Más de una década de experiencia en el trato con el cliente virtual. Conocer los hábitos y costumbres del usuario de internet ofrece una gran ventaja para quienes hacen la migración, porque si bien puede ser la misma persona, la experiencia para el usuario es completamente diferente. Y entender eso puede traducirse en un gran cambio.
- No cargar con una pesada herencia. Para muchos medios, el problema de reinventarse nace en su propia historia. Dejar de lado prácticas, códigos y hasta espacios periodísticos pensados para otro formato, el gráfico por ejemplo, son gran parte de las trabas que se encuentra al repensar un medio.
- Su experiencias con los ebook readers. Así como el negocio de la venta de música todavía no ha despegado, los libros electrónicos sí están teniendo más ventas. No es un negocio de crecimiento exponencial aún, pero en la medida que hay más dispositivos de lectura, más accesibles tanto en costos como en interfases, logrará consolidarse. Los productos periodísticos son primos de los libros, y si bien en otras plataformas se pueden leer gratis, no se puede descartar que haya una mejor recepción para pagar por la lectura en determinados dispositivos. El camino que ya realizó Bezos en ese sentido le brinda una gran oportunidad de experimentar con su nuevo diario, con la experiencia que le brinda años de desarrollos y ventas de contenidos para Kindle.
- Que tiene una certeza: que si no intenta innovar, los medios se desmoronan. Parece una verdad básica, pero para muchos negocios tradicionales, tomar una decisión de cambiar pesa mucho, sobre todo cuando se siguen generando ingresos razonables, como para mantener la infraestructura. Y aún cuando ese negocio demuestra las grandes complicaciones de salud que tiene, conozco a muchos empresarios de medios que no terminan de decidir qué hacer. Puede ser falta de ideas, de conocimiento, pero yo creo que por sobre todas las cosas hay un pensamiento mágico: el de estar viviendo una pesadilla y que todo volverá a ser lindo, colorido y (casi) millonario como antes. Y eso, estimados, es una ilusión. La realidad hoy pasa más cerca de lo que dice Bezos: Tiempo, paciencia y experimentación.